Agustín de Iturbide
En Acatempan fue proclamado el Plan de Iguala por Iturbide y la Independencia termina con la entrada a México del Ejército Trigarante el 27 de septiembre de 1821.
El 18 de mayo de 1822 el sargento Pío Marcha y el pueblo proclamaron emperador a Iturbide, que tomó el nombre de Agustín 1, y de su esposa, se realizó el 21 de mayo del mismo año, las dificultades comenzaron pronto con el Congreso. Iturbide lo disolvió; pero no logró establecer la paz, estalló la rebelión, que inició Antonio López de Santa Anna, con el Plan de Casa Mata; en él se pedía la reinstalación del Congreso, el reconocimiento de la soberanía de la nación y prohibía se atentase contra el emperador.
Los rebeldes comenzaron a ganar terreno y determinaron la renuncia de Iturbide por lo que salió con su familia de Tacubaya, donde tenía su residencia, se marchó a Veracruz y luego a Europa.
El Congreso lo declaró traidor y lo puso fuera de la ley esto lo ignoraba el ex emperador, cuando salió de Londres para México, a su llegada a Soto la Marina, Tamaulipas, el 14 de julio lo aprehendieron y el Congreso lo sentenció a muerte, y fue ejecutado en el mismo Estado el 19 de julio de 1824.
Maximiliano de Habsburgo.
Consumada la intervención francesa, en 1863 se reunió en México una asamblea de notables que proclamo el imperio y eligió a Maximiliano para encabezarlo, El 10 de abril de 1864, una comisión le ofreció formalmente el trono y él aceptó (prácticamente le entregaron el país), el 28 de mayo siguiente desembarcó en Veracruz, acompañado de su esposa Carlota. Para el gobierno republicano encabezado por don Benito Juárez, Maximiliano era considerado un invasor y un usurpador.
Las fuerzas nacionalistas liberales provocaron una guerra civil y obligaron a Maximiliano a pedir ayuda a quienes le ofrecieron el trono. La emperatriz Carlota viajó a Francia y Roma para pedir apoyo pero durante su estancia en Europa enloqueció, por lo que quedó recluida en Bélgica. Las fuerzas liberales comandadas por los generales Ramón Corona y Mariano Escobedo llegaron hasta Querétaro en donde los enfrentó el emperador y sus generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, sin éxito. Fueron aprehendidos y sentenciados a muerte, cosa que se ejecutó en el Cerro de las Campanas el 19 de junio de 1867. Sus restos fueron enviados a Austria y enterrados allí.
Recordemos siempre a nuestros Héroes