martes, 26 de octubre de 2010

EL MITO, EL HÉROE




En Cuautla sólo la campana del Palacio Municipal se salvó de ser fundida por las fuerzas de José María Morelos, cuyo propósito era fabricar balas para repeler los embates de las tropas de la corona.


En esta ciudad hubo un enfrentamiento militar donde Félix María Calleja, quien había derrotado al movimiento que encabezó el cura Miguel Hidalgo, se encontraba al mando de las fuerzas realistas; por el lado insurgente José María Morelos, había logrado imponer disciplina entre sus tropas y formar así un ejército organizado, a este enfrentamiento se le ha llamado "El sitio de Cuautla",

La participación del niño Narciso Mendoza fue decisiva para lograr el triunfo a favor de los insurgentes, Morelos había establecido trincheras alrededor de todo Cuautla, y Calleja estaba confiado en que la superioridad de sus fuerzas y su mejor armamento le permitirían tomar la ciudad con facilidad y hacer prisioneros a los jefes insurgentes. Calleja inició su ataque al amanecer; consideró que podría entrar a la ciudad pasando por las fortificaciones de San Diego (por el convento y la iglesia), cuya protección se encontraba a cargo de Hermenegildo Galena.

Narciso Mendoza “El Niño Artillero” disparó un cañón que se encontraba en la trinchera para contener a las fuerzas realistas que avanzaban hacia la plaza, con ello evitó la entrada del ejército a la ciudad de Cuautla y además puso sobre aviso a los insurgentes para que acudieran a proteger la trinchera, gracias a él se evitó que los insurgentes fueran derrotados en la batalla del 19 de febrero de 1812.






LAS MUJERES AYER Y HOY
HEROÍNAS SIN NOMBRE


Las mujeres de ayer y hoy dicen ¡BASTA! a las injusticias, pelean por la igualdad, por la familia, por la justicia, por su tierra, como lo han hecho desde los principios de la historia humana, como en la independencia y en la revolución mexicana, mujeres con mucho coraje como las zapatistas que luchan por una igualdad social cada vez son mas las voces que se alzan y las mujeres que se unen, y sus voces unidas nunca las silenciarán.











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